LA PUERTA-PRIMERA PARTE
Rev. Julio Alvarado F.
Corumbá - Brasil, Sábado 5 de enero de 1980


1. Unas expresiones de un apunte de "Quinta Dimensión", en el que dice de esta manera: "Dioses, que me escuchan ahora: ¿Quieren llegar hasta Mi?... Entonces, de allí de los sepulcros de donde está la corrupción, del gusano de la muerte incrustado en tu mente y en tu ánimo, donde la inconstancia ha sido tu gran flaqueza; recibirás las fuerzas que vienen de oír la Palabra Eterna. Y ahora lo entenderás sin lugar a dudas.

2. Entonces, te alzarás como un Dios invencible, despertando de tu largo sueño de letargo, pero que por fin, ya despierto; podrás tomar la llave, ir a esa Puerta que te ha estado cerrada; la incrustarás en esa cerradura y abrirás la Puerta, para entrar al reino de Dios. Pero para entrar por esa Puerta tienes que ser transmutado, o nacer de nuevo, cambiado, transformado.

3. Así que, dios dormido: ¡Despiértate! Y una vez despierto, mira para todos los lados, que allí vas a encontrar una mano extendida diciéndote: "Esta es la llave" y llegarás por fin a Punto Omega, donde está la llave del reino.

4. Podrás abrir y asomarte adentro, y podrás mirar como era Él; entonces estarás en el comienzo del reino de los cielos.

5. Salmos 118:20.: "Esta es puerta de Jehová; por ella entrarán los justos"

6. El Mensaje: "LA PUERTA"

7. Y hermanos, he dicho en alguna otra oportunidad; es una cosa tan simple para nosotros, trasponer una puerta; lo hacemos constantemente todos los días, a cada rato. Empero ¡Que acto tan significativo hermanos, aquel de abrir una puerta, penetrar y volverla a cerrar.

8. En la Palabra de Dios, hay dos mundos divididos por una puerta. Uno, el mundo de: Puertas afuera, y naturalmente el otro de: Puertas adentro; separados por los escasos centímetros que tiene una puerta. Son dos, en la máxima cuatro centímetros; pero esos cuatro o dos centímetros de puerta, dividen dos mundos.

9. Y si nos ponemos a analizar cómo en la Escritura hay la separación de la Puerta, de los que están fuera y de los que están dentro, y cuán diferente es uno de otro, nos ubicaremos de qué lado estamos.

10. Jesús estaba en la última cena, sus doce discípulos (Judas incluido) Jesús le mira y le dice: "Judas, haz pronto lo que tienes que hacer" y la Escritura dice: "Judas levantándose, salió fuera y al trasponer la puerta, era de noche"

11. Dentro estaba la comunión con el Señor, estaba la fe, estaba el Pan vivo, estaba el Dios de la Gloria. Fuera, había tinieblas, traición, mentira, intereses creados, venta de conciencia, muerte, pecado, canalla vil; dos mundos.

12. Judas estuvo en el mundo de Dios, de la Santidad, de la Vida Eterna, porque El dijo: "Yo soy la Vida".

13. Estaba con Él, comió con Él, se salió al lado fuera, a las tinieblas, a los sacerdotes, a vender su conciencia, a la traición.

14. Hablando del reino de Dios, el mismo Jesús dice: "Que vino el Esposo, tomó a las Vírgenes prudentes, las introdujo, tuvo con ellas el banquete de bodas, y cuando estaban dentro, vinieron las insensatas y comenzaron a batir la puerta: ¡Señor, ábrenos!...

15. Adentro había fiesta, comunión. Como dice el Libro de Los Cantares: "Destilaba el amor hasta por las manos, caía el amor, Él estaba con sus vírgenes amadas"

16. PUERTAS AFUERA

17. Fuera, estaba la desesperación: ¡Te encontramos Señor!, ¡Llegamos al lugar donde tú estás!, ¡Por fin te ubicamos!, ¡Ábrenos!, ¡Ábrenos!

18. Dos mundos, ¿Se da cuenta?... Dos mundos divididos por una Puerta, tratando en ambos casos de una sola persona; en Judas era Jesús, en las Vírgenes era el Esposo.

19. Pero era un solo, era el mismo, una persona. Dos mundos separados por una Puerta.

20. Uno; de desesperación, de lágrimas, de clamores, de agonía intensa:

21. ¡ábrenos Señor!, ¡Te conocimos!, ¡Estábamos contigo!, ¡No nos dimos cuenta lo que teníamos!, hasta cuando nos fuimos a buscar aceite por allí... buscar otro, hasta cuando nos fuimos a buscar, a procurar otro, Señor... cuando fuimos por allí, nos dimos cuenta que Tú eres; volvimos, te encontramos: ¿Por qué nos cierras la puerta?...¡Ábrenos!... y Él...¡Quién incomoda!, ¡Quién osa interrumpir esta fiesta de amor, de puertas adentro!.

22. Puertas adentro hay una fiesta de amor, donde las Vírgenes prudentes rechazaron todo lo que no era, todo lo que estaba demás, todo lo que no tenía el Nombre, todo lo que no era la persona de Él. Lo rechazaron, se volcaron a Él - Y no quiero otra cosa que al Esposo.

23. Puede ser que sea muy lindo allí, puede ser que sea placentero acá, puede ser que haya gran comprensión, gran entendimiento, puede ser que yo me sienta muy bien; puede ser que el ambiente sea mejor que aquí dentro. Aquí dentro está caluroso, aquí dentro está estrecho, aquí dentro no hay ventilación, aquí dentro no hay un panorama muy lindo, aquí dentro no hay nada de atractivo.

24. A lo mejor aquí dentro soy ignorado, soy pisoteado, soy mal visto, soy despreciado, soy cualquier cosa; pero me quedo aquí dentro de la Puerta.

25. Allí fuera hay sonrisas, abrazos, el mundo me abre los brazos, las amistades me abren los brazos, ¡Que magnifico es aquello!, parece demasiado lindo; rosas, flores, melodías, sonrisas, bailes, fiestas, banquetes, todo está bien; pero yo me quedo puertas adentro.

26. Y cuando vino el Esposo, no se quedó al lado fuera, entró y cuando estuvo dentro cerró la puerta, dejó fuera a cualquiera que no estaba en ese momento y comenzó hermanos, el galardón. Comenzó el ... entregarle todo lo que habían aspirado, anhelado, clamado, deseado, gemido, llorado; por lo que habían sufrido, por lo que habían gemido; se habían abstenido. Por lo que no habían querido seguir los placeres del mundo, las atracciones, sus tentaciones, por lo que se habían volcado dándole las espaldas al mundo y todas sus delicias.

27. Ahora venía y entre bebida y comida, entre risas y parabienes, le iban entregando galardones. Dentro todo era felicidad: "Está mi Amado, siento que lo amo más, y cada día Él me ama más, ¡Oh!, llegué al final de mi existencia, no aspiro a otra cosa, aquí dentro estoy con Él. Que no tengo la música, las atracciones, la popularidad, los palmeos de espalda o de hombros, que no tengo esas cosas de allí, no las tengo. Pero ¿Para qué las quiero?, si Él llena mi alma.

28. Puertas adentro soy pleno, ni siquiera pensaban qué podía pasar fuera,¿Para qué?, ¿Para qué?, ¿Qué pasa allá fuera? ... Y... no tengo tiempo, estoy arrobado de amor, estoy tan tremendamente feliz, ésta es mi Plenitud, para qué quiero saber lo que hay ahí fuera, para qué quiero probar lo que hay allí, lo que me oferta el mundo...Que justificativo encontraría para ir y saber lo que existe puertas afuera, si estoy en el lugar correcto" - Dos mundos, dos ambientes diferentes.

29. En el mundo de puertas afuera hermanos, existe un gran frío que hiela sus sentimientos: y cuando hiela sus sentimientos; si es una mujer, se indignifica, porque helando sus sentimientos se entrega a pasiones vergonzosas, y pasa de brazo en brazo, de placer en placer; y va rodando.

30. Sus sentimientos están helados. Y llega el momento del cinismo cuando dice: Todos son iguales, todos son falsos, todos son mentirosos, todo es igual; tanto me da estar con un blanco que con un negro, con un gordo que con un flaco, con un casado que con un soltero, con un ignorante o con un entendido, ¡Tanto me da!, ¡Todos son iguales!

31. Frío en los sentimientos, frío en el alma. El alma se ha quedado sin el fuego de Aquel que dijo que es Amor, pero también es fuego; y esa alma no reacciona, no responde, sencillamente no puede reaccionar, está fría.

32. "Vacíos sois de Cristo" no hay nada positivo. Puertas afuera hay frío en el alma, no hay anhelos de rendición total, hay argumentos, conformaciones lógicas, ecuaciones de elaborados pensamientos; hay un montón de pro y contra de cada paso humano; cálculos, gente calculadora, hombres y mujeres que han medido cada paso.

33. No hay calor, calor de madre hacia el hijo, calor de esposa hacia el marido, calor del hijo hacia sus padres, ¡No existe!

34. Frío en el alma, y cada día más desapegados, desaprensivos, desamorados ¡No existe calor!, ¡No existe!.

35. Y podría extenderme sobre eso, introduciéndome hermanos, a la intimidad del tálamo nupcial inclusive, y descubriríamos nosotros, que ¡No hay calor!, ¡No puede haberlo!

36. Puertas afuera hay tinieblas. Sí, porque hay oscuridad; oscuridad para no ver, ni discernir, porque cuando está muy oscuro usted no sabe ver, si lo que está allí pisando es agua o tierra; está tan oscuro, tan oscuro que no sabe discernir lo que está correcto de lo incorrecto; de lo que es bueno, de lo que es medianamente malo, de lo que es horrorosamente malo.

37. No sabe discernir, porque está oscuro. Si está actuando con decencia, si es moral o no lo es, no sabe discernir si hay cultura o educación; o hay suciedad, brutalidad. Y el mundo oscuro, su vocabulario es obsceno y no se dan cuenta. Su forma de vivir es ruin y no se dan cuenta; en vicios, pasiones y pecados, y no lo saben discernir. Y tú te vas puertas afuera y dices: "Pero ¿Y yo qué hice? ... y yo... ¿Cómo va ser malo?...

38. Tengo la experiencia (y un buen Pastor apunta el defecto de su congregación), de gente de mi iglesia, que no han encontrado malo ir con mundanos. Si son mujeres, mundanos melenudos, yéndose para allá y para acá, haciendo cosas indebidas, les parece correcto.

39. Y les ha parecido bien correcto decir: "Bueno, yo me quedo en la gran tribulación, ¡Que voy a hacer!, ¡Está muy bien!, ¡Me resigno!, ¡Me voy a quedar en la tribulación!... pero este amor, esta atracción, este enamorado, está enamorada... ¡Ay!, ¡Está en mi alma!

40. Voy a ir a la iglesia y voy a cantar... no importa ... le voy a mentir a mis hermanos, le voy a mentir al Pastor y a mis padres; ¡No importa!, ¡No es malo!, en la guerra y en el amor, ¡Todas las armas son permitidas!.

41. Así que yo puedo decirle a uno: Bueno, vamos a enamorar; pero puedo tener otro también... jugar con los sentimientos de unos y otros... y también decirle a Dios: "Te quiero servir, yo te quiero amar Señor; pero también tengo a uno y a otro...

42. Eso es porque están Puertas afuera, allí hay oscuridad y no saben discernir el bien del mal. "Dios lo ha entregado a un mente reprobada, para que hagan todo lo que no conviene" y aunque usted trate y se esfuerce en decírselo ¡No lo ven!, sencillamente no descubren que están obrando mal, y vienen y dicen: "Yo quiero servirle a Dios" y no son consumidos porque.... - "Y qué tengo yo con ustedes, nunca les conocí" ¡No están puertas adentro!

43. Pienso en mi alma hermanos (y por eso he dejado un rato hablar de Jesús) cuán doloroso pudiera ser para una vida, que estuviese en esta condición al saber: "Señor, yo quiero servirte, Señor ábreme la puerta"... - ¿Abrirte la puerta a ti, desconocido, desconocida, virgen fatua? ¡Nunca tal haya!, ¡No os conozco!, ¡Yo solamente conozco a los que está puertas adentro".

44. Compartir sentimientos: Dios nunca lo permitió, ¡Yo tampoco!. Jugar con los sentimientos; eso es canalla, impiedad; puertas adentro ¡Eso no existe! - ser liviano, liviana, ¡Eso no es puerta adentro!, ¡Eso está en las tinieblas de afuera!.

45. Así que, hay dos mundos, divididos por una puerta. Noten, recién estamos echando bases, ni siquiera nombre La Puerta.

46. Puertas afuera, hay hambre. Y, hermanos, soy un hombre que he caminado mucho por el mundo (no tengo mundo, porque nunca he sido mundano), pero he recorrido el mundo, conozco quizás más de las tres cuartas partes de este globo terráqueo; y en todos los lugares, idiomas, latitudes, he encontrado puertas afuera, que hay un hambre, una desesperación, manifestada en un vacío interno.

47. Y usted se acerca a una esposa cualquiera y le dice: "Míreme a los ojos y dígame la verdad: ¿Ama a su marido?... se acerca a una novia y le dice: ¿Tu amas a tu novio? - ella lo mira - Y ... yo creo que si... por algo estoy al lado de él, pero en realidad yo no sé, lo que usted me dice que es el amor ¡Dios bendito!, eso es lo que yo desearía experimentar, pero realmente nunca lo he tenido.

48. ¡Hay hambre!, ¡Hay hambre!, ¿Por qué estoy tomando a la dama? Por una razón muy espiritual hermano - usted va encontrar que siente un gran deseo de ser protegida, amparada, comprendida; usted va encontrar que la dama, la mujer soltera o casada, culta o no; siente un deseo tremendo de encontrar un hombre, en que ellas se pueden apoyar, en que ellas puedan sentir seguridad, puedan sentirse comprendidas, protegidas, amparadas; porque pese a que se hacen las fuertes, son débiles; pese a que se hacen las insolentes, son frágiles; precisan de la fortaleza masculina.

49. Dónde la encuentran, si el hombre es más femenino que ellas, dónde las encuentra ¡No hay! Corra por el mundo, y usted va encontrar eso. Y ahí va encontrar usted, los divorcios a la orden del día, y las traiciones de hombres y mujeres a la orden del día. ¡No hay allí nada!

50. Tienen hambre, un hambre insaciable, hambre que nada puede satisfacer, porque sólo puertas adentro, hay una mesa tendida. Sólo puertas adentro es donde está el pan que sacia el alma, allí fuera no hay, ¡No puede haber!

51. Y corren por el mundo, y van de una fiesta a una boite, de una boite a un prostíbulo; de un prostíbulo a un motel, de un motel a una fiesta particular, de una fiesta particular, al departamento de soltero, ¡Van por allí!, ¡Van por acá!, y entra más procuran, más desesperación. Hay hambre, porque puertas afuera; hay hambre. "No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos"...

52. La Biblia dice que: Habrá derramado un hambre tan terrible, que correrán de continente a continente, de mar a mar, en busca del pan.

53. Y tú tienes el Pan, ¡Guárdalo en tu alacena!, ¡Ponlo en tu mesa y da gracias a Dios!, porque la Creación toda operó, para que tu tuvieses ese pan.

54. Allí, puertas afuera, ¡Hay hambre!, ¡Nunca va encontrar calma!. Y yo tengo la confesión de señoritas: "Pastor, yo no recuerdo de cuántos hombres he pretendido amar, y cada vez me he quedado en mayor desesperación; porque he encontrado que el que me juraba amor con lágrimas en los ojos, cuando me dejó a mí, a la vuelta de la esquina se fue con otra; y el que me juraba que no podía vivir sin mi, que yo era su vida y si yo me peleaba con él ... moría... ¡Eran mentiras!, y ahora anda por allí... y yo me siento burlada y traicionada, ¡Tengo hambre!, de encontrar alguien que sea fiel. Pero no hay fidelidad en el mundo. Porque el Fiel y Verdadero está puertas adentro.

55. ¡Oh Dios!, ¡Gracias por estar puertas adentro!, ¡Gracias por estar aquí y no allá!; allá puede haber zamba, allá puede haber fiesta, banqueteo, orquestas y más cosas, bebidas en abundancia, risas falsas, palmoteos, promesas de amor y fidelidad, que son tan falaces. Pero aquí, ¡Aquí está el Fiel y Verdadero!

56. Ahora, la llave está en tu mano, lo leí en este apunte de "Quinta Dimensión" la llave está en tu mano, y porque soy Tu Pastor, yo sé que en tu vida, en tu corazón, sino en tu alma, hay fuerte atracción a salirte al lado fuera.

57. Y como le dije a una vida: "Te miraba y veía la desesperación de ir a divertirte, de ir a bailar y a fumar, y a beber, y a perderte, a olvidarte de todo" ¡bendito Dios!, ¡No puede ser! Un alma Predestinada no cruza la puerta hacia el infierno, porque no se va a divertir, sino se va pervertir. La simiente Predestinada no se pervierte, se santifica, dicen ¿Amén?

58. Puertas afuera, después del hambre hay peligro. Recuerdo con mucha tristeza, con mucha angustia, a una muy querida hermana de mi corazón, una de las primeras señoritas de mi Iglesia, cuando esa iglesia era todavía semejante a la que deshicimos acá en Brasil de bolsas así, muy pequeñita. Ella era fiel, un día me dice: "Me voy a casar" - ¿Tu pretendiente es de la iglesia? - ¡No! Pero es muy bueno y me ama - ¡Ten cuidado!, veo que eso no está bien - pero ella me dijo: Que es un santo, nomás que no asiste a la iglesia, yo le he hablado de este mensaje, pero él es católico, dice que está bien en su iglesia, es un santo y me pretende, me quiere bien, se quiere casar conmigo - yo le dije: Hija ¡No lo hagas!, ¡No lo hagas!

59. Cuánto luché, pero ella un día se escapó... rodó y rodó... y hoy está paralítica en una silla de ruedas; abandonada del hombre de buenos sentimientos, que era un santo... paralítica. Una mujer que cada vez que me acuerdo, se encoge mi corazón, ¡Querida muchacha!, inocente y buena, que le creíste al diablo.

60. Allí fuera hay peligro, porque hay uno, cuya única labor es robar, destruir y matar. ¡Nada bueno hay en el mundo!, y me decía una señorita, que tengo aquí en esta noche: "Usted me dice que los mundanos son malos, pero yo los veo y no son como usted dice; son más compresivos y cariñosos que los de la iglesia"

61. Tuvo sus terribles aventuras. Hoy la tengo en la Casa de Dios y clamo al Eterno, que nunca vuelva a repetir tales mañudas experiencias, aunque está balanceándose todavía.

62. Puertas afuera, hay espanto, peligro. ¡Óyeme noviecita!, ¡Óyeme, ovejas y corderos de mi Dios!, en el mundo hay peligro, peligro para tu integridad física, peligro para tu integridad moral, peligro para tu alma y tu vida eterna; pero hay un peligro mortal... no hay esperanzas, nunca las habrá. Y... al lado dentro, hay UNO que te dice: "No salgas, no vayas, no corras, no te deslices, ten cuidado. Si eres simiente Predestinada no hay confusión, hay satisfacción. ¿Qué será lo que está por suceder?, que siento una desesperación dentro mío, unas ansias de gritar y llorar.

63. Fuera hermanos, el mundo corre en temor, temor a: ¿Qué va a pasar si me quedo sin empleo?, ¿Cómo voy a vivir?, ¿Qué va suceder?, ¿Cómo voy a cubrir los gastos, los pagamentos?...

64. Un temor horrible - ¿cómo voy a defender mi situación?.. Peligros y temores están del lado fuera de la puerta, pero aquí está la Roca de tu fortaleza, tu seguridad. El padre que alza al niño y lo aprieta contra su pecho, y al sentir ese abrazo de calor, su temor se va diluyendo, confianza va entrando en sí.

65. "Tengo temor a caer, tengo temor a fallar, tengo temor de hundirme en el fango, tengo temor... tengo temor de... de corromperme" - ¡Ven puertas adentro!, ¡Está el abrazo del que es tu seguridad!, y Él te estrechará y cuando te estreche huirán tus temores - Siento seguridad, sé que no fallaré, sé que no tropezaré, sé que no me corromperé, sé que no lo haré.... Y no porque yo sea capaz, sino que los brazos de la seguridad de Él, ¡No me dejarán!, no tengo temor, viviré en fidelidad, seré leal, seré íntegro, porque ya no estoy puertas afuera, ¡Ya estoy aquí!

66. Y este padre que toma la criatura y... ¡Ven conmigo!... y al sentir este brazo fuerte, quizás cansado de tantos avatares, pero con suficiente fortaleza para defenderte, huirán tus temores: ¡No caerás!, ¡No fallarás!...

67. Fuera están los robos de la decencia, de la dignidad, del honor. Allá te van a robar tu decencia, cualquiera te va apuntar con el dedo y va decir: "Parecía una mujer, una señorita respetable, pero... es cualquier cosa, como todas, una más..." - Está el robo de tu decencia, de tu dignidad.

68. Óyeme hija, no importa tu edad: Puertas afuera te van a robar todo lo noble que Dios te ha dado; puertas afuera te van arrebatar todo lo sublime que El puso en tu vida... y cualquiera va decir: ¡Eh! - no va ha haber respeto, nadie te va mirar con altura, como El te ha puesto. ¡Quédate puertas adentro!, que aquí está El que te quiere bien, El que te quiere alzar alto y ponerte a las alturas celestiales, como la más buena y amada de Él, la Perfecta, hasta que llegue El a decir: ¡Tu eres la Perfecta mía!.

69. ¡Óyeme hermano! ¡Óyeme!, que quieren robar tu hombría, tu palabra de bueno, tu varonilidad, para convertirte en pasto de vicios y pasiones, y después ande uno más del montón, ¡Líbrate de ello!, ¡No vayas!... puertas afuera te lo robarán, asaltarán tu vida y éstos vivientes del mundo de las tinieblas, brincarán a ti, te asaltarán, para robarte la Fe, para robarte la revelación, para robarte la seguridad, y tú comenzarás a caminar con dudas, con preguntas sin respuestas, con confusiones, y este te va ir amargando, llenando de tristezas tu alma.

70. ¡No sigas por ese camino!, ¡Ese camino te conduce a la muerte!, muerte espiritual, y cuando mueras después de haber estado vivo, ¡Nunca más podrás vivir!, ¡No vayas!, ¡No vayas!, ¡Ese camino es de muerte!

71. Traerás tanto dolor a los que te quieren bien, meterás una espada en el corazón del que te ama, traerás lágrimas y dolor a los que te quieren de verdad ¡No corras al mundo!, ¡Tu llorarás amarguras!, y aunque llores eternamente, después de esto ¡No habrá ninguna esperanza!, ¡No ruedes!, ¡No vayas allí!; cuando te salgas al lado fuera, las lágrimas no conmoverán a Dios ¿Si?... ¡Puertas afuera hay frío, oscuridad, hambre, peligro, temor, robo, asalto, muerte, dolor, lágrimas!

72. Pero también hay más: vicios horribles. Vicios que te van a acompañar hasta tu lecho, hasta el sueño, van a meterse en tu subconsciente y te van a llevar, aún en el sueño, a bajezas sin nombre. ¡Huye de ello!, ¡Corre puertas adentro!, ¡Ahí está tu Dios!, ¡Ahí está El que te puede librar! Hermanos, podría continuar, vamos a dejarlo hasta ahí -

73. Puertas afuera no hay nada bueno hermanos. Puede haber vicios, bailes, bebida, amoríos, pasiones, prostitución, ¡Todo aquello!... ¿Verdad que es un mundo tétrico, verdad que es ignominioso? ¡No corras ahí!, ¡Huye!, ¡Huye a los brazos del que te espera y ... "El que a mi viene -dijo Él-, yo no le echo fuera"

74. Oración final: Mi Padre y Señor, mi Dios de la gloria. Puertas afuera hay esto y mucho más Señor. Alguna vida de las aquí presente ¿todavía sentirá el jalón hacia puertas afuera? ...Dios, si hay algún corazón que siente el jalón hacia el mundo; Dale Señor las tijeras, dale algo para cortar ese algo que le liga al mundo., para que no sea impulsado atraído, que se quede dónde estás Tú con seguridad, Tu... Tu...

75. Y si en esta noche ¡Oh!, descarnando el alma, los sentimientos de las vidas, no sería mejor clamar: ¡Padre mío!, ¡Padre mío!... antes de trasponer la puerta Señor, que la Palabra salida haga su efecto. Y entonces mi alma te alabará, te dará la gloria y la alabanza, ¡Bendito seas!, ¡Amén y Amén!